ESCUDERO DE MI CORAZÓN NO TARDES…
Caballero mío, escudero y protector de mi corazón, le pido a ese gran Dios que te proteja en tierras lejanas.
Yo, la señora de tu corazón proclamo ante este lapso de tiempo, serán días extensos que salvaguardare concentrándome en mis estudios, y escribiéndote alguna corta frase o una extensa carta.
Amado mió lucha en aquellas tierras por la unión de los países, convéncelos con tu gran carisma y tu gran retórica de lo importante que es luchar por la sociedad, que se forme una revolución de conocimientos en tu viaje, que colme todas tus expectativas.
Llévales este mensaje, que este país al otro lado del mar no es malo que esta lleno de gente buena que tiene muchas ganas de salir adelante, que lo que dicen en los comunicados que llegan a los países por medio de las botellas que lleva el mar, ¡no todo es verdad!
Yo aquí en mi castillo, en la morada que mi señor padre el Rey, y mi señora madre la Reina del hogar, han construido para mí con gran esfuerzo, contemplare tu retrato y rezare por ti, por aquellas simpáticas doncellas y por el poeta sabio, compañeros de tu gran travesía por esos lugares donde se encuentran las riquezas de nuestros antepasados.
Cuando recorras aquellas tierras históricas llenas de romance acuérdate que a este lado del mar hay una pequeña princesa que quisiera estar en tus brazos recibiendo tus caricias, esas que me hacen tan feliz cundo te veo.
Al lado de tu corazón pondré un pequeño ángel que te proteja de los corazones malos de esas extrañas tierras, es pequeño ángel será el de mi amor, aquel que haz alimentado poco a poco y que ha ido creciendo de tal forma que a invadido todo mi ser…
Por tus padres no te preocupéis pues yo tratare de estar pendiente de ellos por lo menos me comunicare por medio de ese nuevo invento que encoje distancias eso llamado telégrafo
Quien te quiere y te ama.
Tu princesa.
Caballero mío, escudero y protector de mi corazón, le pido a ese gran Dios que te proteja en tierras lejanas.
Yo, la señora de tu corazón proclamo ante este lapso de tiempo, serán días extensos que salvaguardare concentrándome en mis estudios, y escribiéndote alguna corta frase o una extensa carta.
Amado mió lucha en aquellas tierras por la unión de los países, convéncelos con tu gran carisma y tu gran retórica de lo importante que es luchar por la sociedad, que se forme una revolución de conocimientos en tu viaje, que colme todas tus expectativas.
Llévales este mensaje, que este país al otro lado del mar no es malo que esta lleno de gente buena que tiene muchas ganas de salir adelante, que lo que dicen en los comunicados que llegan a los países por medio de las botellas que lleva el mar, ¡no todo es verdad!
Yo aquí en mi castillo, en la morada que mi señor padre el Rey, y mi señora madre la Reina del hogar, han construido para mí con gran esfuerzo, contemplare tu retrato y rezare por ti, por aquellas simpáticas doncellas y por el poeta sabio, compañeros de tu gran travesía por esos lugares donde se encuentran las riquezas de nuestros antepasados.
Cuando recorras aquellas tierras históricas llenas de romance acuérdate que a este lado del mar hay una pequeña princesa que quisiera estar en tus brazos recibiendo tus caricias, esas que me hacen tan feliz cundo te veo.
Al lado de tu corazón pondré un pequeño ángel que te proteja de los corazones malos de esas extrañas tierras, es pequeño ángel será el de mi amor, aquel que haz alimentado poco a poco y que ha ido creciendo de tal forma que a invadido todo mi ser…
Por tus padres no te preocupéis pues yo tratare de estar pendiente de ellos por lo menos me comunicare por medio de ese nuevo invento que encoje distancias eso llamado telégrafo
Quien te quiere y te ama.
Tu princesa.
